Título original: Les anges exterminateurs
Año: 2006
Duración: 98 min.
País: Francia
Director: Jean-Claude Brisseau
Guión: Jean-Claude Brisseau
Música: Jean Musy
Fotografía: Wilfrid Sempé
Reparto: Frédéric van den Driessche, Maroussia Dubreuil, Lise Bellynck, Marie Allan, Sophie Bonnet
Productora: La Sorcière Rouge / TS Productions
Género: Drama
Sinopsis: François, un director de cine, se dispone a rodar una película policíaca. En una breve escena de desnudo de una actriz, descubre el placer que prueban algunas mujeres al transgredir pequeñas prohibiciones eróticas. El director, impulsado por el deseo de aportar innovaciones al mundo del cine, toma la determinación de intentar rodar una película que mezcle ficción y realidad en torno a una idea que se revela inesperadamente como un enigma y un tabú: las pequeñas transgresiones que llevan al placer, búsqueda que le llevará, como a Ícaro al acercarse al sol, a "quemarse las alas".
Video:
Crítica:
(micec-barcelona.com)En Choses secrètes (2002), Jean-Claude Brisseau contó la historia de dos mujeres que utilizaban su cuerpo para manipular a los hombres y ascender socialmente. Al parecer, la crudeza sexual de algunas escenas llevó a las actrices a algunos enfrentamientos con el cineasta. Pues bien, Les anges exterminateurs es la respuesta a esa experiencia: aquí Brisseau pone en escena a un director de cine obsesionado con mostrar la carnalidad del sexo y, a partir de ahí, envuelto en una trama inquietante que implica a unas cuantas chicas no menos misteriosas. Acusada de morbosa y pornográfica, esta película es, sin embargo, una obra maestra ante la cual se ha rendido la crítica de todo el mundo.
(Serge Kaganski en Les Inrockuptibles)
“Lo que hace a la singularidad de esta película es la mezcla entre la sofisticación y la sinceridad frontal, entre la alta ambición y la pobreza de los medios. Siempre hay en Brisseau una especie de torpeza bruta en la revelación que cohabita con los dispositivos más complicados. Esta tensión entre primitivismo y sofisticación es lo que electriza a Los ángeles exterminadores y lo que hace de Brisseau un cineasta tan extraño como único”.
(www.cinepatas.com)
Cuando Brisseau preparaba Choses Secretes y realiza el casting buscando actrices para la película, parece ser que exigía que se masturbaran en su presencia, puesto que en la película las actrices tienen que hacerlo. Tras rodarla y estrenarla, fue denunciado por varias de esas jóvenes, y de esa experiencia nace Les anges exterminateurs.
Como en la realidad, el director pide a las chicas que asisten al casting que se masturben ante la cámara, ya que su intención es hacer una película que de alguna manera muestre el éxtasis.
Finalmente encuentra a dos chicas que parecen cuadrar con sus propositos y las junta en un restaurante, desde el que irán a un hotel para realizar la siguiente prueba. Las cosas empiezan a irsele de las manos cuando aparece una tercera chica que quizá acabe por hundirlo todo...o salvarlo.
La película no tiene mucha más miga que la de mostrar lo que le pasó en realidad, pero de forma optimista y bella, mezclando la realidad con momentos fantásticos (y un poco pedantes)...pero la verdad es que funciona y personalmente me gustó (suficiente para desear ver Choses Secretes).
Fotogramas:
Director: Jean-Claude Brisseau
Antes de convertirse en cineasta, Jean-Claude Brisseau trabajó como profesor de francés durante veinte años en la prestigiosa escuela La Femis.
En 1975 dirige La croisée des chemins y le sigue La vie comme ça (1978). En 1980 estrena la serie La Télévision de Chambre, producida por INA (Institut National de l’Audiovisuel) con Les Ombres. A continuación rueda un cortometraje: L’échangeur. Le ofrece a Bruno Cremer el papel principal de tres películas que rueda en los años ochenta: Un jeu brutal (1983), junto a Emmanuelle Debever, De Bruit et de Fureur (1988), que recibe el Prix Perspectives du Cinéma Français (Premio perspectivas del cine francés) y el Premio de la juventud del Festival de Cannes de 1988 y Noce Blanche, con Vanessa Paradis en su primer papel cinematográfico. Posteriormente, rodó Céline (1992), con Isabelle Pasco y Danièle Lebrun, y L'Ange noir, que reúne a Sylvie Vartan, Michel Piccoli, Tchéky Karyo y Alexandra Winisky. Asimismo, rueda Les Savates du bon dieu, con Stanislas Mehrar y Raphaële Godin.
Cita: "El sexo en mis películas es como el miedo en el cine de Alfred Hitchcock"
Año: 2006
Duración: 98 min.
País: FranciaDirector: Jean-Claude Brisseau
Guión: Jean-Claude Brisseau
Música: Jean Musy
Fotografía: Wilfrid Sempé
Reparto: Frédéric van den Driessche, Maroussia Dubreuil, Lise Bellynck, Marie Allan, Sophie Bonnet
Productora: La Sorcière Rouge / TS Productions
Género: Drama
Sinopsis: François, un director de cine, se dispone a rodar una película policíaca. En una breve escena de desnudo de una actriz, descubre el placer que prueban algunas mujeres al transgredir pequeñas prohibiciones eróticas. El director, impulsado por el deseo de aportar innovaciones al mundo del cine, toma la determinación de intentar rodar una película que mezcle ficción y realidad en torno a una idea que se revela inesperadamente como un enigma y un tabú: las pequeñas transgresiones que llevan al placer, búsqueda que le llevará, como a Ícaro al acercarse al sol, a "quemarse las alas".
Video:
Crítica:
(micec-barcelona.com)En Choses secrètes (2002), Jean-Claude Brisseau contó la historia de dos mujeres que utilizaban su cuerpo para manipular a los hombres y ascender socialmente. Al parecer, la crudeza sexual de algunas escenas llevó a las actrices a algunos enfrentamientos con el cineasta. Pues bien, Les anges exterminateurs es la respuesta a esa experiencia: aquí Brisseau pone en escena a un director de cine obsesionado con mostrar la carnalidad del sexo y, a partir de ahí, envuelto en una trama inquietante que implica a unas cuantas chicas no menos misteriosas. Acusada de morbosa y pornográfica, esta película es, sin embargo, una obra maestra ante la cual se ha rendido la crítica de todo el mundo.
(Serge Kaganski en Les Inrockuptibles)
“Lo que hace a la singularidad de esta película es la mezcla entre la sofisticación y la sinceridad frontal, entre la alta ambición y la pobreza de los medios. Siempre hay en Brisseau una especie de torpeza bruta en la revelación que cohabita con los dispositivos más complicados. Esta tensión entre primitivismo y sofisticación es lo que electriza a Los ángeles exterminadores y lo que hace de Brisseau un cineasta tan extraño como único”.
(www.cinepatas.com)
Cuando Brisseau preparaba Choses Secretes y realiza el casting buscando actrices para la película, parece ser que exigía que se masturbaran en su presencia, puesto que en la película las actrices tienen que hacerlo. Tras rodarla y estrenarla, fue denunciado por varias de esas jóvenes, y de esa experiencia nace Les anges exterminateurs.
Como en la realidad, el director pide a las chicas que asisten al casting que se masturben ante la cámara, ya que su intención es hacer una película que de alguna manera muestre el éxtasis.
Finalmente encuentra a dos chicas que parecen cuadrar con sus propositos y las junta en un restaurante, desde el que irán a un hotel para realizar la siguiente prueba. Las cosas empiezan a irsele de las manos cuando aparece una tercera chica que quizá acabe por hundirlo todo...o salvarlo.
La película no tiene mucha más miga que la de mostrar lo que le pasó en realidad, pero de forma optimista y bella, mezclando la realidad con momentos fantásticos (y un poco pedantes)...pero la verdad es que funciona y personalmente me gustó (suficiente para desear ver Choses Secretes).
Fotogramas:
Director: Jean-Claude Brisseau
Antes de convertirse en cineasta, Jean-Claude Brisseau trabajó como profesor de francés durante veinte años en la prestigiosa escuela La Femis.
En 1975 dirige La croisée des chemins y le sigue La vie comme ça (1978). En 1980 estrena la serie La Télévision de Chambre, producida por INA (Institut National de l’Audiovisuel) con Les Ombres. A continuación rueda un cortometraje: L’échangeur. Le ofrece a Bruno Cremer el papel principal de tres películas que rueda en los años ochenta: Un jeu brutal (1983), junto a Emmanuelle Debever, De Bruit et de Fureur (1988), que recibe el Prix Perspectives du Cinéma Français (Premio perspectivas del cine francés) y el Premio de la juventud del Festival de Cannes de 1988 y Noce Blanche, con Vanessa Paradis en su primer papel cinematográfico. Posteriormente, rodó Céline (1992), con Isabelle Pasco y Danièle Lebrun, y L'Ange noir, que reúne a Sylvie Vartan, Michel Piccoli, Tchéky Karyo y Alexandra Winisky. Asimismo, rueda Les Savates du bon dieu, con Stanislas Mehrar y Raphaële Godin.
Cita: "El sexo en mis películas es como el miedo en el cine de Alfred Hitchcock"
